¿Cómo Funcionan los Airbags?

· Equipo de Vehículos
Los airbags, disponibles en configuraciones que van desde uno hasta 22 en algunos vehículos, son fundamentales para reducir las lesiones durante los accidentes.
Comprender su estructura y funcionamiento revela cómo estos sistemas de seguridad protegen vidas.
Los airbags, parte del Sistema de sujeción suplementario (SRS), están diseñados para actuar como una barrera amortiguadora durante colisiones graves. Se inflan rápidamente para crear un amortiguador entre los pasajeros y las superficies duras dentro de un vehículo. Cuando se combinan con los cinturones de seguridad, los airbags mejoran significativamente las tasas de supervivencia durante los accidentes.
Los estudios muestran que, si bien los airbags por sí solos pueden reducir las muertes en un 14 %, su eficacia aumenta al 50 % cuando se usan junto con los cinturones de seguridad. Estos sistemas son particularmente eficaces para absorber la fuerza de los impactos, lo que reduce las lesiones causadas por el interior del vehículo o por objetos externos.
Los airbags modernos vienen en varios tipos, cada uno con una finalidad específica. El airbag del conductor, ubicado en el volante, evita lesiones en la cabeza y el pecho causadas por el contacto con la columna de dirección. El airbag del acompañante ofrece una protección similar contra el impacto con el salpicadero o el parabrisas.
Los airbags laterales protegen el torso y las extremidades de lesiones causadas por colisiones laterales, mientras que los airbags de cortina protegen la cabeza y el cuello. Los airbags de rodilla están diseñados para proteger las extremidades inferiores de lesiones graves durante impactos frontales. Juntos, estos airbags forman una red de seguridad integral para los ocupantes del vehículo.
Los sistemas de airbag constan de varios componentes que trabajan en armonía para garantizar la seguridad de los pasajeros. Los sensores, a menudo instalados en la parte delantera y los laterales del vehículo, miden la desaceleración durante una colisión y determinan su gravedad. Estos sensores envían señales a la unidad de control SRS, que procesa los datos y decide si se deben desplegar los airbags. Los módulos de airbag, que contienen el airbag plegado y un generador de gas, entran en acción al recibir señales de activación.
Las conexiones eléctricas, como cables en espiral, garantizan el funcionamiento del sistema incluso en piezas móviles como el volante. Además, los sistemas de reserva de energía proporcionan energía de respaldo, lo que permite que los airbags se desplieguen incluso si la fuente de energía principal del vehículo se ve comprometida durante un accidente.
Cuando ocurre un accidente, el sistema de airbag se activa en milisegundos. Los sensores detectan la desaceleración repentina causada por una colisión y transmiten esta información a la unidad de control. La unidad de control analiza los datos y, si se cumplen las condiciones de despliegue, envía una señal al generador de gas. Este generador enciende una reacción química, produciendo gas nitrógeno que infla el airbag.
El airbag completamente inflado amortigua al pasajero, absorbiendo la energía de la colisión y reduciendo la fuerza sobre el cuerpo.
Después del inflado, el aire escapa a través de las rejillas de ventilación, desinflando gradualmente el airbag y suavizando aún más el impacto. Toda esta secuencia ocurre en solo 120 milisegundos, más rápido que un abrir y cerrar de ojos.
Los airbags solo se despliegan en condiciones específicas para garantizar su eficacia. La velocidad del vehículo normalmente debe superar los 50 km/h, con una fuerza de desaceleración significativa. El ángulo de impacto también debe estar dentro de un rango determinado, generalmente alrededor de 60 grados desde el frente del vehículo. Las colisiones con objetos rígidos, como paredes u otros vehículos, tienen más probabilidades de activar los airbags que las colisiones con obstáculos blandos o maleables. En ciertas situaciones, como accidentes menores, impactos laterales o colisiones traseras, los airbags pueden no desplegarse porque no cumplen con los criterios de activación.
El desarrollo y la integración de los sistemas de airbags destacan los avances en la tecnología de seguridad automotriz. Al proporcionar una capa vital de protección durante los accidentes, los airbags reducen la gravedad de las lesiones y mejoran la seguridad general del vehículo. Combinados con los cinturones de seguridad y el mantenimiento adecuado, los airbags garantizan que los conductores y los pasajeros estén mejor preparados para soportar la naturaleza impredecible de los accidentes de tránsito. Comprender su función no solo subraya su importancia, sino que también enfatiza la necesidad de confiar en estos dispositivos que salvan vidas y mantenerlos.