Dominar los Rebotes
David
David
| 16-07-2025
Equipo Deportivo · Equipo Deportivo
Dominar los Rebotes
El rebote es el latido oculto del juego, donde la intensidad se encuentra con el momento perfecto y el corazón supera la altura. Para los Lykkers que buscan mejorar sus instintos de baloncesto y marcar la diferencia en cada jugada, esta guía se adentra en el arte del reboteo.
Agarrar un rebote no solo significa saltar alto. Se trata de leer la jugada, usar tu cuerpo de manera inteligente y ser incansable en cada posesión.
Ya sea como guardia bloqueando a un jugador más grande o como alero luchando debajo del tablero, te guiaremos sobre cómo asegurar más rebotes y convertirte en una verdadera máquina de segundas oportunidades.
Dominar los Rebotes

Parte 1: Posicionarse

Anticipa el fallo
Antes de que la pelota siquiera toque el aro, ya puedes comenzar a prepararte. Observa la forma del lanzador y sigue la trayectoria del tiro. Si está desequilibrado o apresurado, es probable que rebote del aro.
Ubícate en posición antes de que la pelota baje. Quieres anticiparte a tu oponente, no perseguir el rebote después de que ya ha botado.
Boxea en cada ocasión
Una de las habilidades más importantes en el rebote es el boxeo. Coloca tu cuerpo entre tu oponente y el aro. Gira, planta tus pies y baja tu centro de gravedad.
Ahora extiende ligeramente los brazos y mantente firme. No es necesario empujar o inclinarte, simplemente mantén tu posición y crea espacio. Si tu oponente no puede pasar alrededor tuyo, ya has hecho la mitad del trabajo.
Mantente bajo, luego elevate
Un buen jugador de rebote no siempre salta primero, salta al último. En primer lugar, adopta una postura sólida, mantente equilibrado y espera a que la pelota rebote del aro.
Cuando sea el momento, explota hacia arriba con ambas manos extendidas. Agarrarla con las dos manos te brinda control y la mantiene segura contra la presión.
Ojos arriba, manos listas
Cuando se realiza el tiro, no mires fijamente, escanea. Mantén tus ojos en la pelota, tus manos afuera y tu mente lista para reaccionar.
No todos los rebotes son limpios. Algunos rebotan lejos. Otros golpean el aro y salen hacia los lados. Mantente alerta y móvil, quieres ser el primero en reaccionar sin importar dónde vaya la pelota.
Dominar los Rebotes

Parte 2: Convertir los Rebotes en Momentum

Control antes de moverte
Después de asegurar el rebote, no te apresures. Baja fuerte el balón, codos fuera (pero bajo control) y haz una pausa rápida. Esto evita que los defensores te lo quiten.
Escanea la cancha, ¿están rompiendo tus compañeros? ¿Hay un pase rápido? El reboteo se trata de comenzar la próxima jugada, no solo de terminar la anterior.
Usa el pase de salida
Una de las jugadas más inteligentes que puedes hacer es un pase de salida preciso. Después de tomar el rebote, gira y busca a tu base cerca de la línea lateral o la parte superior de la llave.
Realiza un pase limpio a la altura del pecho que permita a tu compañero fluir hacia el contraataque. Este pequeño hábito puede generar puntos fáciles y cambiar el impulso a tu favor.
Ataca los rebotes ofensivos
El reboteo no es solo defensa. En ataque, sigue cada lanzamiento, especialmente el tuyo. Después de que tú o tu compañero lanzan, no te quedes parado mirando.
Rodea a los defensores, cronometra tu salto y ve tras esa segunda oportunidad. Incluso si no la agarras, pasarla a un compañero mantiene la posesión viva.
Rebota con actitud
Algunos jugadores esperan la pelota. Otros van y la obtienen. La diferencia radica en la mentalidad. Los que rebotean no suponen, atacan.
Cada fallo es una oportunidad para cambiar la situación. Lleva energía. Lleva esfuerzo. Incluso si eres más bajo, tu sincronización y tenacidad pueden ganar la jugada.
Rebotear no se trata del foco de atención, se trata de hacer jugadas ganadoras en las sombras. Donde el esfuerzo se encuentra con el instinto y el momento se encuentra con la determinación.
Dominar los Rebotes
Así que, Lykkers, si deseas destacar sin necesitar el balón en tus manos, comienza a seguir esos rebotes. Aprende a boxear, cronometrar tus saltos y controlar el caos después del lanzamiento. Porque al dominar los fallos, controlas el impulso y así cambias el juego.